Abusos de las grandes Compañías, ficheros de morosos, etc… ¿Todo vale?

150 150 Ricardo Gómez

Las prácticas abusivas están de moda. A continuación haré una breve reflexión. La mejor solución, la Demanda judicial.

No podemos sentirnos pequeños ante el abuso de las Grandes Compañías: En el Juzgado seremos iguales.

En el mes de Diciembre del pasado año, se publicó una Sentencia que me ha llamado la atención. Y aunque estén pensando en ella, no me refiero ahora a la de las cláusulas suelo.

Es la Sentencia dictada por el Juzgado de lo Mercantil nº 1 de a Coruña, con fecha 2 de Diciembre de 2.016, en relación con una Demanda interpuesta por el Ministerio Fiscal frente a GAS NATURAL, con motivo de las quejas de un colectivo de usuarios que habían recibido facturas de consumos de energía eléctrica correspondientes a períodos anteriores a un año.

Como consecuencia de dicha Demanda, además de prohibir a GAS NATURAL emitir en el futuro facturas de consumo de energía eléctrica con una demora superior a un año, también se le prohíbe la interrupción del suministro o la inclusión de los clientes en un fichero de solvencia patrimonial, tal y como eufemísticamente se llama a los “ficheros de morosos”.

Actuaciones estas que estaba llevando a cabo la referida Compañía como represalia frente a la falta de pago de dichas injustas facturas.

En honor a Juan Palomo.

Este asunto, me recuerda a un caso que llevé, de menor envergadura quizá porque se trataba de una Demanda individual, en el que una Compañía telefónica (de las grandes, de las de siempre) había insertado a mi cliente en varios de estos ficheros de morosos, con el objeto de proporcionarle una mala imagen de solvencia y «estrujarle» para que acabe pagando.

Lo curioso y llamativo de este caso, es que la deuda reclamada por la gran Compañía telefónica, tiene su causa en que esta Compañía le envió a su domicilio, porque ella mismo quiso, un teléfono móvil con una línea que nunca había contratado el cliente, quien además lo devolvió, y aún así la Compañía comenzó a facturarle durante varios meses por el servicio y le introdujo en varios de estos ficheros de morosos, puesto que el cliente iba devolviendo los recibos, lógicamente, porque nunca había contratado ni el teléfono, ni la línea.

La Compañía grande tiene recursos y procedimientos para todo, como una navaja suiza.

Es decir, la Compañía de teléfonos realiza el contrato, firma el contrato, le envía el producto, le exige el pago, y le inserta en el fichero de morosos. Un “yo me lo guiso y yo me lo como” que tiene como significado la realización de una práctica abusiva que no solo crea un perjuicio económico, sino que atenta directamente contra el honor y buen nombre de la persona, que es  su propio cliente.

Entre el caso de A Coruña, y el que les he comentado, hay una clara analogía: La práctica abusiva.

Y finalmente, al igual que en el caso de GAS NATURAL, la Compañía telefónica también fue condenada.

El cliente reclamó, y ganó.

Hay que reclamar.

Pero hasta ese momento, hasta que el afectado no reclama, se va a seguir padeciendo el abuso. Hacen lo que quieren. Es pura Ley de vida.

Y es pura estrategia de las grandes Compañías, que vemos en el día a día. Por ejemplo: Ahora los Bancos no van a devolver voluntariamente el dinero que el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) les ha dicho que no les pertenece como consecuencia de las famosas cláusulas suelo, hasta que el afectado se lo pida; Es decir, hasta que esa persona actúe y se mueva.

 

Luchar por nuestros derechos, implica movimiento.

Y las grandes Compañías cuentan en sus informes económicos con que hay gente que no va a dar el paso; Cuentan con que hay colectivos vulnerables, como pueden ser las personas mayores cuya capacidad de actuación es más limitada; Cuentan con establecer procedimientos internos de reclamación enrevesados y de resolución favorable para la propia Compañía para que la gente se desanime en su intento de avanzar en su reclamación; Cuentan muchas veces con el amparo del Gobierno de turno; Cuentan con esas posibles consecuencias económicas derivadas de las decisiones judiciales u otras multas o sanciones administrativas. Y con todo ello, valoran y llegan a la conclusión de que la práctica abusiva, económicamente merece la pena.

Por eso hay que reclamar judicialmente, y los tribunales en estos casos suelen dar la razón al particular:

Tanto para ser resarcido del perjuicio económico.

Como para ser resarcido del daño al honor.

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Ricardo Gómez

Licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto (2.007). Dentro de sus especialidades se encuentran el Derecho Civil, Mercantil y Bancario.

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