En la práctica bancaria, resulta bastante habitual que en la gran mayoría de los préstamos concedidos, se establezca una cláusula de afianzamiento o aval, que en la mayoría de los casos tiene el carácter de solidario.
«No se ni lo que firmo…»
Esta cuestión, suele pasar a menudo, inadvertida por aquellos que aceptan actuar en calidad de avalistas, y después cuando el prestatario titular del préstamo no cumple con sus obligaciones de pago vienen los problemas…