El último pronunciamiento del TJUE sobre las cláusulas suelo arroja un rayo de esperanza en la lucha del consumidor frente a las entidades bancarias
La banca siempre gana, o al menos eso se ha dicho siempre. Ante esa premisa generalizada resultaba imposible pensar en la posibilidad de ganarle el pulso al banco a la hora de discutir los términos y condiciones bajo los que suscribiríamos nuestra hipoteca. Sin embargo, en la aciaga actualidad económica que vivimos, parece que la la justicia, desde la más alta instancia europea, toma un nuevo rumbo al señalar la abusividad –y por consiguiente, la nulidad– de las cláusulas suelo integradas en los préstamos hipotecarios.
La Sentencia del TJUE del 21 de Diciembre establece un criterio jurídico claro: debe reconocerse la retroactividad total del dinero derivado de la aplicación de las cláusulas suelo que se reputen como abusivas, ya que tal consideración debe traducirse como el necesario restablecimiento de la situación real y jurídica en la que se consumidor se hallaría en caso de no haber existido dicha cláusula.