El desacuerdo entre progenitores en el ejercicio de la patria potestad respecto a los hijos menores nacidos de la pareja se ha convertido en una constante habitual tras un divorcio o separación.
Sin embargo, hay situaciones aún más complejas: cuando se han de tomar decisiones que condicionan de forma importante aspectos de la vida del menor. En esos casos, ¿Qué ocurre si no hay acuerdo entre los ex cónyuges? ¿Se requiere el consentimiento del otro progenitor para tomar una decisión?