Recientemente, Pablo Casado, líder del Partido Popular, ha asegurado en el Parlamento que «en las grandes empresas no se permite que una pareja esté en el mismo departamento», refiriéndose a la relación entre Pablo Iglesias e Irene Montero, a su vez líderes de Podemos, y como consecuencia del que iba a ser el nombramiento de ambos como ministros.
Abierto el debate, nos preguntamos si efectivamente las empresas pueden prohibir la existencia de relaciones amorosas en el trabajo.